Diseño centrado en el usuario
Posiblemente a nivel profesional hemos escuchado el término “diseño centrado en el usuario”, sea en campos relacionados con la informática o fuera de ella. Y es que éste, es un término multidisciplinario que coloca al usuario, es decir, a esa persona (cualquiera que sea) que utiliza un producto, al frente y al centro en un proceso de planificación, diseño, construcción o desarrollo.
En el campo de la experiencia de usuario (UX) y la informática, el diseño centrado en el usuario (DCU) tiene un papel fundamental en llevar al usuario al centro del pensamiento del desarrollador con el objetivo de garantizar que los productos digitales satisfagan las necesidades de los usuarios para los que estos productos son previstos.
Sin embargo, Travis Lowdermilk en su libro “User-Centered Design: A Developer´s Guide to Building User-Friendly Applications” señala que hay ciertas presunciones relacionadas con el diseño centrado en el usuario principalmente dentro de la comunidad de desarrolladores de software, que puede diferir de su verdadero propósito, tornándose hacia consideraciones como la toma arbitraria de decisiones de usabilidad o la aplicación de preferencias personales que no tienen que ver con los usuarios.
Lowdermilk señala las siguientes seis presunciones para educar a los equipos de desarrollo acerca del valor del diseño centrado en los usuarios y conocer a lo que este marco de trabajo no se refiere.
El DCU no es usabilidad
Cuando hablamos de usabilidad, nos referimos al estudio de cómo los seres humanos se relacionan con un determinado producto, enfocándonos en su facilidad de acceso y/o uso. De la usabilidad se desprende la interacción humano-computador, la cual se centra en cómo los humanos se relacionan específicamente con los productos informáticos. Por su parte el diseño centrado en el usuario surge de esta última, como una metodología de diseño de software para diseñadores y desarrolladores que ayuda a crear aplicaciones que satisfagan las necesidades de sus usuarios.
El DCU no es subjetivo
La usabilidad es una disciplina científica tal como la ergonomía, la psicología, la antropología y la sociología. Su proceso científico de análisis está lejos de ser un pensamiento subjetivo o una conjetura. El proceso del diseño centrado en el usuario funciona contra los supuestos subjetivos sobre el comportamiento del usuario, se basa en la observación y en el análisis, requiriendo de la prueba para que las decisiones de diseño sean efectivas. Los datos recopilados en el proceso del diseño centrado en el usuario de tipo cuantitativo y cualitativo deberían hacer que sea difícil argumentar en contra de los cambios que necesita una aplicación.
El DCU no es solamente diseño
El mito principal acerca del diseño centrado en el usuario es que está enfocado en la estética y en hacer que las cosas luzcan bien o estén bien presentadas. Si bien la estética es importante, este no es el panorama completo. El diseño centrado en el usuario garantiza que examinemos qué tan efectiva es una aplicación para lograr su propósito diseñado.
El DCU no es una pérdida de tiempo o dinero
La dedicación de tiempo a las prácticas del diseño centrado en el usuario puede ser difícil pues requiere reflexión, observación y análisis. El diseño centrado en el usuario requiere que preguntemos a nuestros usuarios directamente su criterio respecto a nuestras aplicaciones lo cual puede conllevar la crítica del usuario. Pero por otra parte, garantiza que conozcamos cómo responderá el usuario ante nuestra aplicación evitando el asumir que es lo que los usuarios dirán. Al asegurarse de comprender las necesidades reales de los usuarios, se eliminan malentendidos y errores costosos.
El DCU no es un informe de errores
Un informe de errores no sustituye la investigación exhaustiva del usuario. Si no se toma el tiempo para cuestionar lo que el usuario estaba tratando de lograr cuando se encontró con un problema, no se obtendrá una idea significativa de cómo podría mejorar la aplicación en su conjunto. Al explorar y hacer preguntas que no están relacionadas con errores específicos, se puede descubrir que los usuarios están tratando de usar la aplicación de una manera que no se dio cuenta.
El DCU no es una distracción
Finalmente, el diseño centrado en el usuario ayuda a mantenerse enfocado en las necesidades del usuario. Asegura que se obtenga información sólida primero y nos impide intentar que el problema se ajuste a la tecnología. También incide en pasar adecuadamente de los requisitos de nuestros usuarios a nuestra solución tecnológica con el propósito de asegurar que completamos las tareas en el orden correcto. Funciona contra las distracciones al ayudarlo a concentrarse en las cosas correctas enfocando la mentalidad para poder hacer las preguntas adecuadas y desafiar cualquier noción preconcebida.
Conclusión
El diseño centrado en el usuario (DCU) es un marco de trabajo metodológico que garantiza la creación de productos que satisfagan las necesidades del usuario. La experiencia de usuario (UX) como uno de los enfoques del diseño centrado en el usuario incluye toda la experiencia del usuario con el producto incluidas las reacciones físicas y emocionales.
De Lowdermilk desprendemos que: el diseño centrado en el usuario no es subjetivo, se basa en datos para respaldar las decisiones de diseño; implica mucho más que hacer que las aplicaciones sean estéticamente agradables; realmente puede ahorrar tiempo al ayudarlo a evitar errores costosos; y no distrae de hacer el trabajo, al contrario, asegurar que nos centramos en las cosas correctas, satisfacer las necesidades del usuario con la solución tecnológica adecuada.
Referencias
Lowdermilk, T. (2013). User-Centered Design: A Developer’s Guide to Building User-Friendly Applications (English Edition) (1.a ed.). O’Reilly Media.